Vaya de Fiesta
A continuación les dejamos los textos de todos los villancicos
DISFRUTEN DEL CONCIERTO
1. HANACPACHAP CUSSICUININ
Juan Pérez Bocanegra (1560 - 1645)
Hanacpachap cussicuinin,
Huaran cacta muchas caiqui.
Yupairuru pucocmallqui,
Runa cunap suyacuinin.
Callpannacpa quemicuinin,
Huaciascaita.
Uyarihuai muchascaita
Diospa rampan Diospamaman
Yurac tocto hamancaiman
Yupascalla, collpascaita
Huahuaiquiman suyuscaita
Ricuchullai.
Chipchijcachac catachillai
Punchau pussac quean tupa
Cam huacyacpac, manaupa
Queçaiquicta hamuinillai
Piñascaita quespichillai
Susurhuana.
Ñocahina pim huanana
Mitanmanta çananmanta
Tecçe machup churinmanta.
Llapa vallec millaimana
Muchapuai yasuihuana
Huahuaiquicta.
Vequecta ricui pinquicta
Çucai çucai huacachacman
Sonco queve putichacman
Cutirichij nauijquicta
Ricuchihuai uyayquicta
Diospamaman.
Gloria cachun Dios yayapac
Dios churipac hinallatac
Sancto Espiritu pac huantac
Cachun gloria, vinaillapac
Cauçaicunap, cauçainimpac
Cussicachun. Amen.
En el mundo de arriba, en el mundo de abajo,
En la tierra llena de muchas maravillas.
Como el sol radiante en el cielo,
Así es la gente en la tierra.
En todas partes, te alabamos,
Oh Ser Supremo.
Con alabanzas y gratitud,
Hacia nuestro Dios, nuestro Padre y Madre Dios,
En la montaña blanca eterna,
En la luz clara, en el fluir de los ríos,
Con amor y reverencia,
Te reconocemos.
En el momento del amanecer, despertamos,
El sol emerge como un tupa (antiguo tipo de linterna).
En la presencia de la tierra cálida, debajo de la mano sagrada,
En la armonía del encuentro,
En el brillo de las estrellas,
En el susurro suave.
Desde la tierra de nuestras raíces,
Desde el centro hasta las esquinas,
Desde el corazón de la antigua montaña sagrada.
A través de los valles y las llanuras extensas,
Con gozo y gratitud,
En unidad.
Con el canto del río melodioso,
Bajo el cielo azul profundo,
En el corazón del valle florido,
En la frescura de la brisa matutina,
Con reverencia y amor,
A la Madre Divina.
Gloria a Dios en lo alto,
Dios abundante en gracia,
Espíritu Santo que guía,
Toda gloria y alabanza,
A través de los tiempos, por siempre,
Lo proclamamos. Amén
8. A LA XÁCARA XACARILLA
Xácara de Navidad
Juan Gutiérreéz de Padilla (Málaga, ca. 1590 - Puebla 1664)
A la xácara, xacarilla,
de buen garbo y lindo porte,
traigo por plato de Corte
siendo pasto de la villa.
A la xácara, xacarilla
xacarilla de novedad,
novedad de novedades,
aunque ha más de mil Navidades
que alegra la Navidad.
Vaya, vaya de xacarilla,
que al Altísimo se humilla,
vaya de xácara, vaya,
que el amor pasa de raya.
Ahora que con la noche
se suspenden nuestras penas,
y a pagar culpas ajenas
nace un bello benjamí,
si el rey me escuchara a mí,
oh, qué bien cantara yo,
como ninguno cantó
del niño más prodigioso.
Con licencia de lo hermoso,
rayos desenvaina ardientes,
escúchenme los valientes
esta verdadera historia,
que al fin se canta la gloria
y a él la cantan al nacer,
general se vió el placer
que el cielo a la tierra envía.
Que en los ojos de María
madrugaba un claro sol,
con celestial arrebol
mostró la aurora más pura,
muchos siglos de hermosura
en tan pocos años de edad,
si no sol, era deidad,
y el sol es quien la ha vestido.
Quién como ella le ha tenido,
quién como ella le tendrá,
virgen y madre será
del que es sin principio y fin,
serrana y más serafín,
que serrana y que mujer,
porque Dios quiere nacer
apercibe su jornada.
La bella bien maridada,
de las más bellas que vi,
bien es que se diga aquí
de su esposo lo galante,
el más verdadero amante
y el más venturoso joven,
sin que los cielos le estorben
dentro de un Ave María.
Muerta de amores venía
la diosa de los amores,
salúdanla ruiseñores,
y por madre de la vida
le daban la bienvenida,
perla a perla y flor a flor,
a un portal los llevó amor
en la noche más helada.
Valentía en el donaire
y donaire en el mirar,
para empezar a pagar
de un criado obligaciones,
bañando está las prisiones
con lágrimas que derrama,
tiene de campo la cama
del hielo puesto a rigor.
Ay, verdades que en amor
siempre fuisteis desgraciadas,
las torpezas confirmadas,
el más tonto más se afila,
ya la gaita bailó Gila
que tocaba Antón Pascual,
dejémosle en el portal
con principio de romances.
Y pues no ha de haber más lances
y mi xacarilla vuela,
acabose y acabela
que era de vidrio y quebrela,
acabela y acabose
que estaba al yelo y quebrose.
9. VAYA DE XÁCARA
Responsión a 8
Anónimo
Vaya de xácara, vaya,
Venga,
venga Dios a la tierra,
vamos,
que en campaña le hallamos
¿dónde?
donde redima al hombre.
Crudo,
que Dios se ha echado al mundo
Bravo,
que un león está temblando.
Cante,
habrá vítor que campe.
Salgan,
que los reyes no aguardan.
En esa casa de campo
nació el jayán de la gloria,
tan valiente que de noche
cantan los gallos sus obras.
Aunque le han visto desnudo
la noche muy cruda y hosca
diga el yelo que le ofende
en el pelo de la ropa.
En Sierra Nevada nace,
y por Dios que me enamora,
mas nace en Sierra Morena
quien los corazones roba.
En la concha de un pesebre
estuvo vertiendo aljófar,
que un niño como una perla
viene nacido en la Concha.
De ver que dos angelitos
pusieron su vida en solfa,
se puso a llorar los kyries
antes de cantar el gloria.
Tan amigo es de valientes
que ha tomado humana forma
por Adán que sobre un árbol
fue tentado de la hoja.
Muy poco cuidado tiene
cuando le coge la ronda,
que hasta la misma justicia
le pide misericordia.
Bien sé que si por prenderle
le embistiere alguna tropa,
será la mejor tajada
la oreja de una persona.
Yo no sé que Cristo fuese
de la nación española,
pero si nació en el heno
por fuerza nació en Atocha.
Por Él parió una doncella,
madre y virgen ella sola,
y su Padre la tenía
para ser de Dios esposa.
Sólo amor pudo traerle
a vivir en pobre choza,
que en tiempo de Ezequiel
dicen que arrastró carrozas.
Y pues la bola del mundo
dio en su mano poderosa,
buenas noches y alabado
sea el niño de la bola.
2. CONVIDANDO ESTÁ LA NOCHE
Juguete
Juan García De Zéspedes (Puebla, 1619 - ibid., 1678
Convidando está la noche
aquí de músicas varias,
al recién nacido infante
canten tiernas alabanzas.
Ay, que me abraso,
divino dueño,
en la hermosura,
de tus ojuelos.
Ay, cómo llueven,
ciento luceros,
rayos de gloria,
rayos de fuego.
Ay, que la gloria,
del portaliño,
ya viste rayos,
si arroja hielos.
Ay, que su madre,
como en su espero,
mira en su lucencia,
sus crecimientos.
Alegres cuando festivas
unas hermosas zagalas
con novedad entonaron
juguetes por la guaracha.
En la guaracha,
le festinemos,
mientras el niño,
se rinde al sueño.
Toquen y bailen,
porque tenemos,
fuego en la nieve,
nieve en el fuego.
Pero el chicote,
a un mismo tiempo,
llora y se ríe,
¡qué dos extremos!
Paz a los hombres,
dan de los cielos,
a Dios las gracias,
porque callemos.
3. ¡VAYA DE GIRA!
Villancico de Reyes a 8
Juan de Araujo (Badajoz, 1646 - Sucre, 1712)
¡Vaya de gira!
¡Vaya de chanza!
Vaya de gusto,
vueltas y mudanzas.
¡Ay, ay, ay!
Toca el pandero
y tañe la gaita,
¡Ay, ay, ay!
Vaya de baile
y suene la flauta,
¡Ay, ay, ay!
Repicad las castañetas,
el caramillo y sonajas.
Vaya de gusto y primor,
pues que tiritando
se mira el sol.
Al son de arroyos y fuentes,
bailad pues Dios ha nacido,
y que muy hombre ha venido,
nos quiere hacer excelentes,
viéndole todas las gentes,
como un niño por mi amor.
Muestra con discreto aviso,
que le dio de enamorado,
al ala de encarnado
el color de lo pajizo,
pues su rendimiento quiso
explicar en el color.
Como es sol claro y luciente
que el mundo viene a ilustrar,
a los reyes quiso dar
toda la fe del oriente,
y una estrella refulgente
fue el eco de su esplendor.
Ofrecerle ricos dones
con reverente destello,
y en las plantas de su cielo
logran divinos blasones,
lo fiel de sus corazones
mérito le dio al valor
4. AH DE LA NAVE
Villancico a 8 a San Pedro
Antonio de Salazar (Sevilla, 1650 - Ciudad de México, 1715)
¡Ah de la nave!
¡Suelten las velas!
¡Amaina! ¡Aferra! Quedo,
que la nave de Pedro
se sube al cielo.
¡Socorro! ¡Socorro!
Aunque no hay peligro
con tal piloto.
Pedro, aunque fue gran piloto,
hubo menester Maestro
para navegar en popa
y ponerse en salvamento.
Dos llaves le dio tan grandes,
que pueden abrir el cielo,
y esto sin estar por puertas,
porque es mucho su gobierno.
De la Iglesia militante
fue cabeça, así lo creo,
tal que puesta en la Romana
fue de grandísimo peso.
5. LA CHACONA ME PIDEN
Al Nacimiento. A Quatro
Manuel Blasco (España, 1628 - Quito, 1696)
La chacona me piden,
¡Vaya!, que ha mil años
que no se canta.
Si aguinaldo nos dan,
señores, cantaremos
con mil primores,
lleno de gracias y flores
un tonillo como de Pascua.
Enmendémonos de cultura.
¡Oh, qué celestial y pura,
con despejo y hermosura,
la verdad se nos declara!
La chacona me piden, ¡Vaya!,
que ha mil años que no se canta.
Cuando nace de una Azucena
quien a todos nos engaña
dándonos la Nochebuena
nadie venga a hacer la mala.
La chacona me piden, ¡Vaya!,
que ha mil años que no se canta.
Este Niño me da desvelos,
quien movido de unos celos
quebrantó los mismos cielos
y sus celos no quebrantan.
La chacona me piden, ¡Vaya!,
que ha mil años que no se canta.
Pues el frío le tiene quedo
de la nieve, decir puedo,
que a sus hampos tienen miedo,
siendo el miedo de la hampa.
La chacona me piden, ¡Vaya!,
que ha mil años que no se canta.
6. SALVE DE ECOS
A 8
Sebastián Durón (Brihuega, 1660 - Camba-les-Bains, 1716)
Salve, Regina, Mater misericordiæ,
vita, dulcedo et spes nostra, salve.
Ad te clamamus exsules filii Hevæ,
ad te suspiramus, gementes et flentes,
in hac lacrimarum valle.
Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos
misericordes oculos ad nos converte;
Et Iesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.
7. DUERME, ROSA, Y DESCANSA
A dúo
Sebastián Durón
Duerme, Rosa, y descansa,
duerme, Rosa, y sosiega,
pues te guarda esa fuente
Siempre dispierta.
Reposa y no temas,
que el blando Favonio,
si a tornos te amarga,
si a sustos te inquieta
también te defiende,
arrulla y recrea.
Y el uno con soplos
y el otro con perlas
te ruegan, te piden,
descanses y duermas.
Duerme, apasible rosa,
Tú, a quien la playa amena
Jura su vasallaje
como a fragante rosa.
Duerme y sosiega,
si acaso intentas
librarte del Amor
que anda en las selvas.
Duerme, y en las alfombras
de esa esmeralda hueca
tiende la regia pompa
de tu purpúrea rueda.
Duerme y sosiega,
si acaso intentas
librarte del Amor
que anda en las selvas.
Duerme sin que te inquieten
de enamoradas quejas
voces que con los ecos
hasen sentir las penas.
Duerme y sosiega,
si acaso intentas
librarte del Amor
que anda en las selvas.
Duerme, que mas te vale
esa quietud perfecta
que esa inquietud tirana
por quien el Amor vela.
Duerme y sosiega,
si acaso intentas
librarte del Amor
que anda en las selvas.